martes, diciembre 20, 2005

¿Conocerse a uno mismo es aprender?

Bajo esta pregunta comienzo este texto, ¿conocerse es aprender?, ¿aprender que?, se ha dicho muchas veces que uno necesita conocerse para estar bien, pero también se sabe que no siempre uno quiere conocer todo sobre si mismo, todos tenemos zonas ocultas, obscuras, llenas de odio e instintos salvajes reprimidos, algunos en mayor medida que otros, pero todos hemos pensado en hacerle algo muy malo a alguien, ya sea cuando dijimos “habría que matarte” o cuando pensamos en como deshacernos del cadáver.

El punto esta, para mi humilde pensar, no en conocerse, sino en reconocerse, no alcanza con saber que uno es de una u otra manera, sino que uno debe poder reconocer las actitudes que lo califican de esa manera, no alcanza con decir “soy violento”, lo que hay que poder ver es “soy violento cuando me dicen algo que no me gusta”, ahí se nota el punto del problema, el meollo del asunto, recuerden amigos, no alcanza con conocerse, sino con reconocerse. De todos modos, aquí se presenta un nuevo interrogante, ¿Qué hacer con lo que uno ve?, si bien esta establecido en las sociedades del mundo moderno que actitudes tales como la avaricia, la maldad, el odio, la violencia y demás menesteres están mal vistas, también son parte de uno, por lo que no creo que deberían ser erradicadas, sino tratadas en su justa medida, un poco de maldad todos necesitan, para no pasar por estupidos e ignorantes, un poco de avaricia hace que no nos quedemos en la ruina y un poco de violencia puede llegar a salvarnos la vida en el momento adecuado, pero atención mis atorrantes de las letras, a no creerse que pegarle a sus hijos es salvarse la vida, las cosas tienen que ser en su medida justa, la cual es particular para cada uno. El punto máximo al que deberíamos prestarle atención es cuando una de estas actitudes llega a asustarnos o entristecernos, recuerden que si se entristecen es porque sienten que perdieron algo, en el caso de la avaricia, por ejemplo, pueden sentirse tristes porque se dieron cuenta que por no aflojar un poco sus bolsillos perdieron la oportunidad de hacer feliz a alguien, y en el caso asustarse, poniendo como ejemplo la violencia, puede ser por una sencilla razón, nos asusta lo que no conocemos, le tememos a lo desconocido desde los albores de la humanidad, y el hecho de vernos tan violentos nos hace temer de nuestros futuros actos.

Nadie esta libre de pecados y nadie tiene un futuro de actos certeros a cada paso, nos equivocamos, lastimamos, nos arrepentimos, sufrimos, vivimos y morimos, esa es nuestra naturaleza, solo nos queda intentar que los actos erróneos sean cada vez menos, y que de lo posible podamos enmendarlos de algún modo. No todo tiene arreglo, pero a veces un error puede ayudarnos mucho a futuro.

No los hago pensar más, pido disculpas por mi demora en este escrito, una serie de sucesos inenarrables han girado entorno a mi existencia y me han hecho perder la compostura, prometo responder viejos comentarios no respondidos próximamente, y ya como de costumbre, los dejo con una maravillosa frase que llenara vuestros corazones de jubilo, vuestras mentes de cultura y vuestros cerebro de libido.

“No hay mal que por bien no venga” (¿Quién fue el hdp que dijo esto?)